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sábado, 3 de diciembre de 2022

¡De Eurovisión al Infinito!

 

        Imaginaos: El Puerto de Santa María, 6 de abril de 1974, una familia media española, mi familia, sentados frente a la televisión para ver, como cada año, el Festival de Eurovisión

       Ese año España estaba representada por el inefable Peret, con su no menos inefable canción Canta y sé Feliz, obviamente no eramos favoritos, siempre nos tuvieron mucha envidia en Europa, así que ya estábamos acostumbrados. Nuestro ritual eurovisivo anual consistía en ver la retransmisión del evento a la vez que grabábamos en un magnetófono marca Geloso todas las canciones del festival, así las podríamos volver a oír todas las veces que quisiéramos en días, e incluso generaciones, posteriores. La canción favorita ese año era la de Italia con el de Gigliola Cinquetti, no en vano esta misma interprete ya había ganado el festival con No tengo Edad diez años antes y era muy famosa por aquel entonces. Pero, de repente, aparecieron ellos, una morena y una rubia, ellos bastante normalitos, suecos, postmodernos, parecía fuesen enviados por el mismísimo Odín desde el Walhalla pero en plan hortera y yeyé. Ya tenía mi canción, Waterloo se llamaba el asunto y era tan moderna, divertida, pegadiza, resultona y marchosa que no podía ser de otra manera Abba, que así se llamaban los interpretes y Waterloo tenían que ser los ganadores. Y así fue. 

       La canción fue catapultada al éxito internacional gracias al triunfo festivalero, pero tengo que reconocer que después de aquello yo al grupo le perdí la pista. Tiempo después sonó aquello de Fernando, que como parecía muy español captó mi atención y poco más. 

 


       Resulta que un par de años después de su triunfo en Eurovisión, la formación musical empezó a arrasar en media Europa: Mamma Mía, SOS, Dancing Queen, Kwoning Me, Knowing You la citada Fernado, Take A Chance on Me y muchas otras llegaron  número uno en las listas de éxitos. Agnetha, Björn, Benny y Anni-Frid, que así se llamaban los componentes del grupo estaban casados entre sí, de dos en dos, vamos que juntos pero no revueltos y con la primera letra de sus nombres se formó el nombre de la banda, un acrónimo de lo más original, eran unos verdaderos ídolos musicales y yo sin enterarme. 

       No fué hasta el año 1978 que en un concierto benéfico celebrado en las Naciones Unidas para recaudar fondos en beneficio de Unicef, todos los derechos de las canciones allí interpretadas se destinarían de por vida a esta agencia humanitaria,  que volví a reencontrarme con el grupo, que a partir de entonces sería uno de mis grandes favoritos hasta hoy en día. En ese concierto unos Bee Gees post Fiebre del Sádado Noche cantaron y donaron aquello de Too Much Heaven, Rod Stewart, Do You Think I'm Sexy?, Eath, Wind and Fire, September, también estuvieron Donna Summer, Olivia Newton-John, Andy Gibb o John Denver con canciones que no se hicieron tan populares como las anteriores y por supuesto Abba que intentaban conquistar los USA y se presentaron con una cosa titulada Chiquitita.


 

         En los USA no acabaron de cuajar pero Chiquitita fue la canción que encumbró definitivamente a Abba en España, una de las canciones más flojas del grupo por otro lado pero por nuestras tierras fue incluso la sintonía de cabecera del programa sobre la infancia de TVE, Un Mundo para Ellos, durante más de cuatro años, se regrabó en castellano y lanzó al cuarteto a una fama inusitada en todo latinoamérica. 

         Desde entonces y hasta su separación en 1982 yo me compré todos sus discos y  siguieron cosechando éxitos: Voulez-Vous, I Have a Dream, Give Me, Give Me, Give Me, Super Trouper, The Winner Takes it All  y muchos otros, hasta que el cansancio y sendos divorcios de los miembros del grupo acabaron con el proyecto musical mas rentable y comercial de la Europa de los 70. 

          Después llegó el inevitable ostracismo, hasta que a principios de los 90 dos peliculas australianas, pais donde Abba fue inmensamente popular, La Boda de Muriel y Priscilla, Reina del Desierto, vuelve a situar la música del cuarteto en el mapa, la edición del álbum recopilatorio Abba Gold y su continuación More Abba Gold y el estreno en los escenarios del musical Mamma Mia! devuelven al grupo al primer plano de la actualidad y revitaliza su música de una forma más exitosa, incluso, que a la de sus años de esplendor.

        Bruce Springteen, Bono, Madonna, Elvis Costelo, Paul Mcartney, Bowie y toda la aristocracia musical se declaran rendidos admiradores del grupo. Sus discos se reeditan con ventas astronómicas, la adaptacion al cine del musical basado en sus canciones se convierte en el exito del año. Incluso se les tienta para que vuelvan a los escenarios con una oferta astronómica: 1.000 millones de euros por 100 conciertos. Pero se hacen los remolones.


 

        Finalmente se lanza en 2022 un decepcionante nuevo álbum del grupo y se anuncia a bombo y platillo un espectaculo musical en la que volveran a actuar rejuvenecidos mediante unos avatares o abbatares holográficos que agota las carísimas entradas nada más ser anunciado. 

        En sus apariciones públicas se les ve ancianitos, felices y satisfechos, y me alegro por ellos, más cuando uno se entera que en su vida ha habido toda clase de sinsabores: Agnetha, la rubia, quedo varios años traumatizada por la abrumadora y estresante fama del pasado llegando a no poder escuchar sus propias canciones durante mucho tiempo, Frida, la morena, resulta que fue libensborn, es decir hija de mujer noruega y soldado alemán en una especie de experimento genético de los nazis en busca de la raza aria perfecta, también quedo viuda de su tercer marido y perdió a su hija en un accidente de trafico, en fin, muy duro todo. A los chicos les fue mejor, siguieron colaborando entre ellos, escribieron musicales para los escenarios con bastante exito, están casados y estables pero han tenido algún que otro problemilla con el alcohol y alguna otra sustancia. Aunque ahora se encuentra todos de rechupete y disfrutan de lo lido de su merecido y reconocido prestigio.

       Son miembros del Rock & Roll Hall of Fame desde el año 2010 como una de las formaciones más grandes de la historia de la música moderna. Y la venta de sus discos les situa como uno de los grupos más exitosos de todos los tiempos.

       Nada mal para un grupo que saltó a la fama internacional desde el Festival de Eurovisión.  Que acertado estuve cuando decicí aquel año que Waterloo era mi canción favorita.