El beso, el beso, el beso en España, lo lleva la hembra muy
dentro del alma… Ya lo decía el pasodoble del tándem Adrián Ortega/Fernando Moraleda
popularizado por la gran Celia Gámez, que continuaba de
manera contundente advirtiendo que usted me puede besar en la mano o dar un
beso de hermano, así me besará cuanto quiera, pero un beso de amor, ¡ay!, ese
es otro cantar, ese no se da a cualquiera.
Mucho ha llovido y mucho se ha besado desde entonces. Yo mismo he besado
mucho, incluso, me han besado mucho, también.
Me encanta besar, soy besucón, y tocón, eso también. Creo que nos besamos y tocamos poco, deberíamos besarnos y tocarnos más.
¡Más amor y menos guerra!, o algo parecido, fue un eslogan muy de moda en los 60.
¡Valientes hippies degenerados!
Los besos han inspirado tanto y a tantas personas: autores, artistas,
creadores varios y gentes de a pie. Hay besos de cine, besos pictóricos, besos
poéticos, besos políticos, besos fotográficos, besos explícitos, besos al aire,
besos robados, besos no dados, besos a escondidas, besos deseados, besos no
deseados, besos galantes, besos de Judas, besos pedidos, besos exigidos, besos
perdidos, besos grandiosos, besos históricos, besos histéricos, besos para
todos, besos para nadie, besos sexuales, besos asexuados, besos vendidos, besos
comprados e incluso dados por la espalda y traición.
Yo permito que me besen sin mi permiso, mis superiores, mis inferiores, mis iguales o mis diferentes, tanto ellos, ellas y elles, que si no me gusta, ya diré yo que no.
A mí que me bese Rubiales, que aunque parece un capullo, tiene su punto con ese cráneo tan relucientemente rapado, o Jennie, con esos brazos fibrosos y tatuados y esa mandíbula angulosa de mujer de armas tomar, o la reina Letizia, que desde que es reina la noto muy fría y acartonada, que me dé un beso de tornillo, así como de película y relaje un poco esa actitud, que me bese el vecino y la vecina, el lechero y la panadera, el bombero y la policía, la monitora de aeróbic y todos mis compañeros/as/es y por mí primero. Quiero que cuando mueran cientos de inmigrantes en el mar intentando buscar una vida mejor, nos indignemos y nos besemos de dolor, que cuando nos den cita para una prueba médica para dentro de un año nos indignemos y nos besemos de rabia, que cuando nos desahucien o no podamos pagar el alquiler nos indignemos y nos besemos de solidaridad, que cuando una mujer muere en manos de su pareja nos indignemos y nos besemos para consolarnos, quiero que una drag-queen se pueda disfrazar de la Virgen María y hacer un número musical sin que nadie se indigne, porque es solo un número musical, que un rapero pueda poner verde a la monarquía sin que nadie se indigne, porque es solo una canción, quiero que todos paguemos los impuestos que nos correspondan en función de nuestra riqueza, porque así habría más para todos y todos viviríamos mejor, quiero que la Real Federación Española de Futbol sea honrada y eficiente, que los reyes, los políticos y nadie en general robe, que así estamos todos mejor, que no haya guerras, ni hambre, ni odio, ni envidias… y que un beso, sea solo un beso. ¡Quiero que nos besemos!