La más
escandalosa, transgresora, descarada, procaz y atrevida de todas las actrices
de la transición española. Tan deseada como odiada, nunca dejó a nadie
indiferente, un verso suelto que fue por libre y quizá por eso, incomodó tanto
como fascinó. Y la única de su generación que jamás necesitó excusa o coartada
artística para despelotarse sin remordimiento alguno, ¡Ole sus ovarios!
Nacida en Gijón en 1949, nuestra futura
estrella se casa con solo 16 años para poder salir de la casa familiar, según
ella misma manifestó en más de una ocasión, aunque se separó dos años y dos hijos más
tarde.
Después de
trabajar, por breve espacio de tiempo,, como bibliotecaria en su ciudad natal
decide trasladarse a Madrid a principio de los 70, con la idea de hacerse
actriz, pero como tantas otras, inicia su carrera como modelo, con campañas de El
Corte Inglés o las famosas fotonovelas tan de moda en esos
años, logrando, también, hacer pequeños papeles cinematográficos, pero poca
cosa.
Con la muerte de
Franco le ofrecen protagonizar el espectáculo teatral Historia del Strip-tease
donde protagoniza el primer desnudo integral de la escena española en un número
imitando a la Gilda de Rita Hayworth pero quitándose algo
más que el guante. El espectáculo supone un éxito clamoroso de público y una
verdadera conmoción nacional que genera ríos de tinta en la prensa española,
tanto a favor como en contra de tanto aperturismo.
Convertida en una
celebridad a escala nacional, participa en algunas películas, en papeles secundarios, como La
Trastienda, La Noche de las Gaviotas, Lucecita, El Libro del Buen Amor, El
Jovencito Drácula, Sexy, Amor y Fantasía o Pepito
Piscinas. Contrariamente a otras coetáneas, el cine no fue su principal
vehículo de lucimiento, siendo los escenarios donde realmente se fraguo su
escandaloso mito.
Portada de todas
las revistas eróticas de la época, sus reportajes fotográficos fueron los más
osados y explícitos del momento, y fue en este medio donde su celebridad tocó
techo con fotonovelas y relatos eróticos escritos por ella
misma y, sobre todo, por el consultorio sexológico que llevó en las páginas de
la revista Play Lady, llegando a recibir hasta 6.000 cartas al mes y
estando procesada hasta en 14 ocasiones acusada de escándalo público y
obscenidad, siéndole retirado el pasaporte y el derecho a voto hasta el año
1987. Papillón, Interviú, Party, Fotogramas,
Clímax,
CanCan,
Sólo
para Hombres y alguna otra más, fueron las revistas en las que más se
dejó ver.
En 1978 protagonizó
el momento más alto de su popularidad con una mítica fotografía en la entrega
de premios del desaparecido diario Pueblo donde aparece a pecho
descubierto junto al entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván,
también andaban por allí el Presidente del Gobierno, Adolfo Suarez, ministros y
empresarios de toda España. La foto en cuestión todo un símbolo de la
transición española dio la vuelta al mundo y fue el aviso gráfico de que la
libertad había llegado para quedarse.
Los espectáculos
teatrales se fueron sucediendo con idéntico éxito y tanto, o más, escándalo que
el primero. Con Muñecas hace el amor con un robot erótico, en Machos
sodomiza ella misma a uno de sus bailarines en vivo y en directo, en Machos
2 es crucificada como una “Jesucrista” del destape, en eso se
adelantó con creces a la mismísima Madonna: escándalo, escándalo,
escándalo y escándalo… y así la taquilla sigue funcionando.
Su fama es tal que llega a protagonizar
dos películas como estrella absoluta y hechas por y para su único y exclusivo
lucimiento, privilegio que muy pocas actrices tienen en ese momento: El
Maravilloso Mundo del Sexo y Pasión Prohibida se titularon ambos
subproductos, que funcionan en taquilla tal y como se preveía pero que le
reportan a la actriz mucho menos dinero que los escenarios.
También se
lanzó al mundo de la canción como apoyo a sus espectáculos teatrales, editando
varios álbumes, llegando incluso a promocionarlos en espacios musicales de
televisión como Aplauso. Amor y Libertad, Machos
o Tócame
son sus tremendos títulos repletos de temas con letras demasiado explícitas
para cualquier estándar musical del momento y con una producción musical mucho
mejor de lo que podría parecer y ejecutados vocalmente con bastante solvencia, aunque
no pasaron de ser meros vehículos promocionales para sus shows teatrales.
Demasiado atrevido para que traspasaran más allá de la provocación erótica, una
pena.
Graba además un
álbum de relatos eróticos que se vendió muy bien en bares y gasolineras para
camioneros de la España profunda.
Tras el golpe de estado del 23-F
se supo que su nombre aparecía entre las listas negras de personas incómodas y
peligrosas para el país, e incorporó un número paródico sobre el fallido Golpe
de Estado en uno de sus espectáculos provocando el enésimo escandalo.
Sufrió amenazas
de muerte, amenazas de bomba, incluso fue apuntada por un espectador, pistola
en mano, en plena representación teatral.
Protagonizó otro
sonoro escándalo tras debatir en televisión española en el programa Mano
a Mano con el ex sacerdote y escritor José Luis Martín Vigil
sobre sexo en el sacerdocio, y fuera él, y otros temas. Todo con ella era
polémico.
A finales de los ochenta su fama fue
disminuyendo y su mito diluyéndose y acabando, nuevos tiempos, nuevas
costumbres, nuevos rostros. Termina por retirarse a Benidorm, como manda la
tradición, lejos de la fama de antaño, tan tranquila y viviendo de las rentas.
Como ella misma
ha confesado en varias ocasiones su actitud abierta y valiente, en los primeros
años de la democracia, le valió fama y fortuna, a cambió de muchos sinsabores
familiares, con sus padres, con sus hijos y a costa de sacrificar, en gran
medida, su vida sentimental.
Con el paso de
los años su figura se ha vuelto a reivindicar con la película Los
Años Desnudos, 2008 de Dunia Ayaso y Félix Sabroso, el
documental de Televisión Española Susana y el Sexo o con el tema Más
de una Vez del reguetonero Rauw
Alejandro donde se incluye partes vocales del tema Gózame Ya de la estrella.
Incluso algunos
sectores del movimiento feminista actual, que tanto la atacaron en su momento
por su inequívoca imagen de símbolo sexual, hoy en día se han reconciliado con
su imagen como símbolo de una mujer libre y valiente, que se atrevió a vivir su
sexualidad sin miedos ni ataduras, una mujer que reivindicó que la mujer puede
gozar del sexo sin tener que dar explicaciones de su propia sexualidad, en
definitiva, una adelantada a su tiempo.